Con motivo de la reedición no hace mucho de “Trazo de Tiza” por parte de Norma Editorial y (por fin) la inminente llegada de su nuevo libro, “Ardalén”, tuvimos el honor de contar para nuestras páginas sobre Cómic con las palabras de uno de nuestros autores más importantes, premiados e internacionales.
Hablando de "Trazo de Tiza": ¿es su libro más premiado también el mejor vendido?
Supongo que será también el más vendido... Al seguir editándose, claro, la cifra no deja de crecer. Pero, en fin, estamos hablando del 8 o el 10% del PVP (antes de iva), del que se descuenta el porcentaje del agente y retenciones. O sea, al autor le queda el 4 o 5 %. No llega al euro por ejemplar. En esas condiciones hablar del "más vendido" puede resultar un tanto eufemístico.
¿A qué achaca el reconocimiento no sólo aquí sino en medio planeta de una historia tan real como la de "Trazo de Tiza"?
Ni idea, de verdad. Es más, no tengo el más mínimo interés en saber las razones de que sea así. He conseguido durante toda mi carrera plantearme cada nuevo libro, cada nuevo proyecto partiendo de cero, sin intentar jamás repetir una fórmula anterior. Si conociese la "mecánica" de lo que funciona, no estoy seguro de que pudiese resistir la tentación.
Releyéndolo, como toda historia de desamor, su vigencia y estilo narrativo permanecen. ¿Usted suele releer lo que escribe e ilustra?
Alguna vez... Es un martirio: cada vez ves más fallos, más errores.
Verla publicada con mucho cuidado y cariño también en gallego ¿es un logro, una reivindicación o una necesidad?
Creo que es un logro, pero no personal, sino del medio. Es una muestra más de la madurez de la historieta.
¿Qué cree que tiene Galicia para que tantísimo buen dibujante y guionistas sigan saliendo y luchando contra crisis y mareas negras por productos de calidad por encima de la media?
Por un lado, un proceso de gestación lento, a partir de finales de los 70, con importante papel de fanzines y colectivos (Frente Comixario, BDBanda o Polaquia...), y las Xornadas de Ourense y Viñetas desde o Atlántico. Y, lo principal, que, afortunadamente, no se generó ninguna "escuela" con "maestros" que seguir; el modelo que se consagró fue el de la autoría sin condicionantes.
¿Qué opina, por otro lado, no sólo de la proliferación e importancia de autores españoles, sino también de la aparición de infinidad de pequeñas editoriales independientes que tratan no sólo de sobrevivir sino de difundir todo lo bueno que se está haciendo por aquí en este momento?
Un ecosistema sano no puede renunciar a ninguno de los niveles, de lo micro a lo macro. Las pequeñas editoriales son tan importantes y necesarias como las grandes. Y las que están en el medio, lo mismo. Tenemos que poder editar autores que no vendan más de 500 ejemplares y sería maravilloso tener algunos que pudiesen vender 300.000, como sucede en Francia.
¿Repetiría la experiencia de hacer un nuevo largometraje de animación tras la acogida de "De Profundis"?
Animación, sí. De hecho, hay algún proyecto esperando mejores vientos. Pero con estructura totalmente distinta a "De profundis", o sea, con equipo.
Portada de "Ardalén", el nuevo libro de Miguelanxo Prado |
Personalmente yo mismo he tenido la suerte en
varias ocasiones de asistir a exposiciones con obras suyas de diferente
formato, técnica y procedencia. Quien lo haya vivido seguro que comparte que
sus pinturas sobrecogen. ¿Pensó alguna vez pasar del mundo del cómic al gran
formato de la pintura?
Llegué al cómic cuando ya exponía pintura en galerías, y jamás he dejado de pintar. El lenguaje de la historieta es el más potente que conozco y el que me proporciona mayor placer de manera sostenida, pero no podría renunciar a pintar, a escribir, a meterme en otras maneras de contar historias...
¿Otorga el nombre forjado por una trayectoria como la suya tranquilidad creativa y económica en un país como éste?
Creativa, sí. Económica... Un productor de la Columbia-Tristar me preguntó, cuando insistí en mi desinterés por quedarme en Los Ángeles, si yo era rico. Yo, haciéndome el europeo progre, le contesté que dependía de lo que se entendiese por rico. La respuesta fue lapidaria: si mañana decidieses dejar de trabajar, ¿podrías hacerlo? No, respondí... Entonces, no eres rico. Puedo vivir de lo que hago. Eso, en estos momentos, no es razón para sentir tranquilidad.
¿Qué le resulta más gratificante como autor: el logro personal de llegar a la última página de una nueva historia propia o que lo que pretendía expresar sea entendido y compartido?
Mmmm... El hecho de llegar a la última página es una sensación magnífica. El proceso de creación en cómic es tan largo, tan solitario, que llegar al final es ya un triunfo personal. Pero claro, encontrarte con alguien que, incluso procediendo de lenguas y culturas completamente diferentes, te manifiesta entender y compartir lo que has querido contar, es impagable.
Usted mismo refleja en su página web que ahora mismo tiene entre manos un proyecto titulado "Ardalén". ¿Sigue inmerso en él o tiene ya fecha próxima de publicación?
Estoy pintando las últimas 10 páginas. Tres años de trabajo. Un vértigo. Seguro que entendéis ahora mejor mi entusiasmo por llegar a la última página. Estamos hablando, además, de un libro que tendrá 256 páginas.
"Ardalén" será puesto a la venta en diciembre de 2012 por NORMA EDITORIAL.
"Ardalén" también se edita en gallego gracias a la editorial EL PATITO EDITORIAL. Más información aquí.
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