A los que seguís al otro lado del cristal, perdón por la larga ausencia sin avisos, pero a mí tampoco me avisó la infección de garganta que me pillé la semana pasada sin quererlo.
Tras varios días en cama febril y delirante cual surrealista, la semana recién pasada acabó aún peor de lo que fue con una muy mala noticia familiar y de las que te hace replantearte en un minuto qué es de verdad lo importante de la vida... al tiempo que quienes te rodean, en especial desde muy abajo en años de experiencia, con dos palabras de las pocas que saben decir bien te devuelven la inspiración agotada que se resume en cinco años casi sin dibujar.
Así, de un simple "¿qué quieres que dibujemos?" con respuesta "un pipi y un pulpo" vuelves a coger el lápiz, las ganas y reafirmar que lo que importa siempre es vivir cada minuto lo mejor que sepas, porque todo momento es importante si se sabe vivir.
Hoy vuelvo a escribir aquí y volveré como siempre en breve, aunque ahora me callo y silencio las teclas de luto y respetuoso por quien ya no podrá ver que al invierno que llega le seguirá, pese a todos nosotros, otra primavera donde siempre vuelven los colores y la esperanza.
Un abrazo muy fuerte allá donde ahora viajes.
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