Los libros son peligrosos. Y los tebeos los carga el diablo. Ándense con ojo porque Barry Kojonen, el descacharrante spin-off del prota de Estación Espacial Deseo, podría hacer que el lector despistado se atragante de la risa; una lectura poco atenta de No debí enrollarme con una modernapodría ser clave a la hora de sobrevivir en una nueva tribus urbanas y, para rematar, las autoridades sanitarias advierten que el consumo de Soufflé podría ser perjudicial para la salud. Ya nos quitarán lo bailao, porque nosotros tenemos claro que vamos a correr el riesgo.
Soufflé, de Cristian Robles
Rústica con solapas, 20x20 cm, color, 100 p.
ISBN: 978-84-1572496-4
PVP: 14,50 €
A la venta el 27 de marzo
El soufflé es una nueva droga natural de efectos similares a los del cannabis, pero más intensos, impredecibles y duraderos. Su consumo se está extendiendo entre los jóvenes pese a las advertencias de las autoridades sobre sus efectos adversos, entre otros la pérdida espontánea de miembros y apéndices.
Si el mundo real te parece un lugar enigmático y misterioso, espera a visitar el que se propone en estas páginas.
Cristian Robles. Varón. Joven. Atractivo. Ser humano de hábitos incuestionables. Uno de los cachorros mejor preparados del momento. Nació en Barcelona hace apenas veinticinco años y se formó como ilustrador en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos Llotja. Se ha dejado ver en las páginas de fanzines como Clift y es también autor de IKEA Dream Makers (DeHavilland Ediciones), donde nos relató la peripecia de un individuo atrapado en el sistema de ventilación de la popular cadena de mobiliario fungible. En la actualidad vive en una cabaña aislada en el bosque, se alimenta exclusivamente de salsas y en ocasiones toca la flauta.
Barry Kojonen, de Ralf König
Rústica con solapas, 16x22,5 cm, b/n, 232 p.
ISBN: 978-84-1572497-1
PVP: 21,90 €
A la venta el 27 de marzo
La Libido XL, nave espacial comandada por el dotado piloto Barry Kojonen, es absorbida por un agujero cósmico y catapultada a los confines del universo. Nuestro héroe espacial se ve obligado a instalarse en una galaxia remota poblada de seres sin un sólo pelo en sus cuerpos extraterrestres. Y, por si esto fuera poco, deberá enfrentase a la más cruda de las realidades: ¡el descendiente del Homo Sapiens ni siquiera tiene pezones!
Paul, siempre visceral, prosigue con su exitosa carrera como novelista de fantasías intergalácticas que ponen en evidencia sus filias y preocupaciones más... terrenales. Konrad, su racional pareja, no dejará de recordarle que la ciencia-ficción está pensada para transmitir reflexiones sociales, éticas y filosóficas sobre el presente. ¡No todo tienen que ser astronautas morbosos!
Tras Estación Espacial Deseo, el maestro del humor Ralf König vuelve a surcar el espacio sideral para determinar algo que ya sospechábamos: que a veces lo homo va por un lado y lo sapiens por otro. Y que también los gays pueden llegar a ser auténticos extraterrestres.
Ralf König nació en Soest (Alemania) en 1960 y fue aprendiz de carpintero en Westfalia a finales de los setenta, época en la que salió del armario. Después empezó dibujo libre en la Academia de Bellas Artes de Düsseldorf, para convertirse poco después en el dibujante de cómics más famoso del ambiente gay, que por aquel entonces tenía todavía mucho por luchar y poco de cómico. En 1987 irrumpió con éxito con el título El hombre deseado, con el que se dio a conocer más allá de su público inicial. Sus cómics han servido de modelo para adaptaciones cinematográficas (El hombre deseado, Como conejos...) y obras de teatro (Retazos de la vida, Lisístrata). Ha obtenido múltiples distinciones como mejor dibujante de cómics alemán e internacional en varios salones del cómic (en 1992, el premio Max und Moritz del Salón Internacional de Erlangen al mejor dibujante alemán, y en 2006, el premio especial del jurado; en 1992, premio a la Mejor Obra Extranjera del Salón del Cómic de Barcelona por El condón asesino) y actualmente está considerado uno de los mejores humoristas de Europa.
No debí enrollarme con una moderna, de Sebas Martín
Rústica con solapas, 17x24 cm, b/n, 108 p.
ISBN: 978-84-1572498-8
PVP: 12,00 €
A la venta el 27 de marzo
Peluche, aparte de ser guionista de cómic y bear, es tan previsor que ha decidido tener la crisis de los 50 cinco años antes, para irse haciendo a la idea, más que nada. Y así, entre quejas y pelos, y para acabarlo de arreglar, descubre el mundo hipster con sus exposiciones de vanguardia, sus barras libres de cerveza y su intrincado código, siempre unido a las últimas tendencias.
Un relato plagado de modeleo, fiesteo, copeo, postureo y muchos otros “eos” entre chulazos de barba cuidada, gafas de pasta, camisas de leñador y tatuajes de diseño, que transcurre en escenarios tan dispares como Barcelona, Madrid, Murcia, Totana o un área de servicio de Zaragoza.
Sebas Martín deseaba desde la más tierna infancia narrar historias y dibujar a partes iguales, pero como eso no hay manera que dé dinero, realiza los más diversos trabajos en los más variopintos medios: publicidad, televisión, radio, hostelería, circo, almacén, interiorismo, relax con final feliz…
Ganador de los premios Casal Lamda de cómic (1999) y Serra y Moret (2000) ha colaborado en El Observador, Nois, Zero, Shangay, Gay Barcelona, Destinos o Toyland.
Como caballero de cierta edad, aunque todavía no solvente, tiene en su haber un montón de novelas gráficas publicadas entre las que destacaremos la tetralogía sobre Salvador, su personaje fetiche: Estoy en ello, Aún estoy en ello, Los chulos pasan pero las hermanas quedan y Yo lo vi primeropublicadas junto a Ideas de Bombero y Kedada en La Cúpula.
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