SANTIAGO VALENZUELA
Santiago Valenzuela, notablemente expuesto a la luz pública desde que obtuvo el Premio Nacional de Cómic 2011 con el tomo anterior de “Las aventuras del Capitán Torrezno”, “Plaza Elíptica”, reitera su visión única y particular del mundo de nuevo en el microuniverso que supone ese mundo en miniatura que el propio autor ha llegado a definir como “Novelón Gráfico”. Como ya pasará con “Plaza Elíptica”, el tiempo que Valenzuela se ha tomado en dar a luz casi 200 nuevas páginas del ya Coronel Torrezno, han merecido la pena para los asiduos de las aventuras de este personaje de la realidad atrapado en un mundo donde casi todo es posible. Lo que más llama la atención de habituales y extraños es, desde luego, la apuesta mutua de autor y nueva editorial por hacer el primero algo aún más grande por su difusión y de la segunda un nuevo hogar para los grandes talentos de nuestro cómic. Impresionante el laborioso tejido de guión que mantiene al igualmente aún más espectacular trabajo al dibujo de una entrega a degustar con tranquilidad.
ENTREVISTA A SANTIAGO VALENZUELA
¿Tuvo algo que ver el Premio Nacional de Cómic con tener el poder de conseguir mejores condiciones de trabajo con otra editorial?
Más que nada tuvo que ver con que hubiera un interés por parte de una editorial que se mueve a otra escala, sin el premio creo que hubiera sido difícil.
Panini España lleva un razonable tiempo potenciando la obra de autores españoles y dándoles la misma importancia que al resto de importantes catálogos y lanzamientos que publica. ¿Es el acuerdo con ellos una relación a largo plazo?
Por el momento hemos firmado un contrato por este nuevo libro. El mundillo del cómic sigue siendo muy modesto en este país, y no se puede mirar más allá del corto plazo, porque nadie sabe cómo estarán las cosas en el futuro.
Con la popularidad en las manos, ¿Seguir dibujando las aventuras del Capitán Torrezno ha sido una necesidad creativa o la necesidad de continuación de un éxito logrado y merecido tras muchos años de trabajo?
Bueno, sinceramente esa popularidad que dices está lejos de ser real. La serie del Torrezno siempre ha sido bastante minoritaria, dentro de una industria y un medio también minoritarios, y sólo dejará de serlo muy lentamente, en el mejor de los casos. Y lo de seguir dibujándola no tiene nada que ver con ese éxito que ha sido más nominal que tangible. La historia está pensada y estructurada desde hace bastante tiempo, así que no queda sino acabarla o tirar la toalla, y por ahora aguanto.
¿Alguna vez has sentido que el micromundo te superaba, es decir, que las tramas y personajes han logrado tal madurez que parezcan narrarse casi por si solas? ¿O es todo fruto de un meticuloso proceso de trabajo donde cada diálogo, giro narrativo y sorpresa los tienes medidos de cara a un futuro fin único?
Cada vez que me pongo a ordenar cosas pienso que la historia se me fue de las manos hace mucho, así que procuro no hacerlo y moverme más en el medio plazo, pensar sólo en el siguiente tomo y respecto a los demás dios dirá. Pero esto tiene el problema de perderse en el detalle y de que algunas acciones laterales crezcan desproporcionadamente y todo ocupe mucho más espacio del que debería, ese ha sido un problema constante de la serie. Si fuera inmortal no me preocuparía, pero no es el caso, así que últimamente intento organizarme mejor. Ahora estoy pensando en cuatro libros a la vez, con los que debería resolverse una parte importante de la trama, pero está por ver que consiga meter ahí todo lo que quiero.
La historia en gran medida va por sí sola por unos raíles básicos que quedaron marcados casi desde el principio, y tampoco es algo tan extraño. Cuando ideas una especie de mundo dentro del mundo como es el sótano donde se desarrolla la historia muchas cosas caen por su propio peso: la geografía, la historia, los mitos, todo se influye mutuamente y se condiciona. Siempre apunto cosas nuevas pero son más como las piezas que faltaban en el puzzle que giros novedosos. Pero siempre hay sorpresas, cosas que surgen en mitad del trabajo, incluso en el último momento, con todo ya dibujado: un bocadillo con un chiste, una conexión con otra línea narrativa, un personaje secundario que nace por casualidad y que luego dará juego. Esa espontaneidad es importante para que la cosa no sea mecánica, da una sensación de vida que se complementa con la coherencia general.
La enorme cantidad de referencias populares (películas, libros, otros cómics y novelas gráficas) de "La Estrella de la mañana" ¿es también proceso de una selección en favor de la coherencia de la historia o intencionadamente buscas que la gente identifique y vea como tu mundo absorbe detalles conocidos por muchos?
Supongo que es por las dos cosas, pero sobre todo por lo que dices del la búsqueda de coherencia. Y tiene que ver con lo que hablábamos de la invención de un mundo nuevo con sus reglas y circunstancias, etc. En el caso del micromundo, me gusta mostrar explicitamente que esas reglas y circunstancias están tomadas de la realidad, que son su reverso o su parodia, más que intentar disimular su origen. Es una forma de decir que este nuevo mundo es al mismo tiempo también el nuestro, el de siempre, y de que es imposible separar la fantasía de la realidad. Porque además pienso que siempre es así, lo fantástico siempre procede de lo real, no hay otro camino. La ci-fi y la fantasía clásica tratan de ocultar esa conexión con ligeros toques, a mí me gusta hacerla evidente porque creo que de ahí pueden surgir cosas inesperadas.
Lo de conseguir que el lector se identifique con ciertas referencias ya tiene más de juego personal, y no creo que sea tan importante. Meto de vez en cuando chistes y guiños que sé que van a pillar los amigos, y a veces se quedan en eso, con lo cual no aportan mucho, pero en general son reconocibles por todo el mundo y ya tienen más interés.
¿Cómo convencerías con una sola frase para que los que desconocen aún tu obra se acerquen a ella?
Me sería imposible. Precisamente la razón por la cual a la serie del Torrezno le cuesta tanto llegar a un público mayor es esa indefinición, su condición mixta, que hace imposible resumirla en un eslogan o en una fórmula publicitaria. Me consta que mucha gente que hoy es seguidora de la serie empezó desconfiando, y tardó mucho en hincarle el diente porque no sabía lo que era. Puede parecer una parodia de esas sagas fantásticas heroicas y medio mágicas, cosa que no es ni remotamente, y puede parecer también, por el nombre del personaje, una especie de humorada costumbrista e incluso castiza, cosa que es aún menos. Digamos que es un folletín donde lo real se combina con naturalidad con lo fantástico, que oscila entre lo humorístico y lo dramático, y cuyo fondo sería a la vez filosófico y aventurero.
Concebir y dibujar tantas páginas de un mismo mundo propio, ¿deja lugar para que otras ideas y proyectos tomen forma?
Sí, siempre hay tiempo para andar pensando en otras cosas. Lo que no hay es tiempo para materializar esos proyectos, y por eso no suelen pasar , de eso, de esbozos o posibles ramificaciones o secuelas de libros que ya he hecho, como los que publiqué con Astiberri. En cómic no me planteo hacer nada distinto del Torrezno, al menos por ahora, porque simplemente me llevaría demasiado tiempo. Lo que sí que me gustaría sería hacer proyectos en colaboración, ocupándome sólo del guión, y en esas estoy, aunque es muy difícil que cuajen por lo endeble de la industria, hay muy poco dinero en juego y es natural que a un dibujante le cueste comprometerse en algo que supone muchísimo trabajo y que además no le va a compensar a nivel de ego, como autor-creador.
¿Qué es lo próximo que aguarda en tu mesa de dibujo a ser empezado o acabado?
Pues estoy terminando unos encargos breves y en cuanto acabe con ellos, de aquí a nada, me meteré con el siguiente volumen de la serie, ya tengo listo el guión y sólo falta meterse con él y dibujarlo, una labor de chinos que me llevará uno o dos años.
Dado que somos sobre todo revista musical, ¿hay banda sonora posible a la mezcla de universos del Capitán Torrezno o varios estilos de música tendrían sitio en él?
Es difícil decirlo. Igual sería un mezcla de rock urbano con sinfonías bucólicas o exóticas. O igual le iba bien una banda sonora de Jorge Ben o Tom Ze. Cualquier cosa de los 70.
Entrevista por Rolo